lunes, 18 de febrero de 2013

LA PRINCESA QUE NO QUERÍA COMER PERDICES Y AMORDISCOS

Continuamos nuestras sesiones del grupo Leer Juntos, y para el próximo mes de marzo, coincidiendo con la celebración del día de la mujer trabajadora, hemos elegido como lectura dos álbumes ilustrados, La cenicienta que no quería comer perdices y Amordiscos.


Amordiscos es un proyecto personal de  Moni Pérez, fraguado en encuentros con amigos, y aderezado a base de amores y desamores, tristezas, alegrías, miedos e incertidumbres. Un recorrido visual por las emociones que alberga el alma humana. Un libro que no necesita palabras para plasmar gráficamente -en una sucesión de originales escenas- la complejidad de un sentimiento que, en todo el mundo, se representa en forma de corazón. 
Enfermo, en grandes cantidades, convertido en puzzle, hecho añicos, plantado en maceta, tumbado en un diván, en una ecuación, triturado, reconstruido... Muchos lectores y lectoras se verán reflejados en este divertido “collage” de situaciones cotidianas, con trazos que recuerdan el estilo del cómic, con influencias urbanas y cinematográficas, con imágenes llenas de simbolismo y sentido del humor.
(www.faktoriakdelibros.com)





La cenicienta que no quería comer perdices es un cuento moderno para adult@s que revisa, con mucho humor, el papel que nos ha tocado a tod@s representar en este gran cuento que es la vida.
El cuento que desmonta todos los cuentos que nos han contado
«Y fueron felices y comieron perdices.»
Éste es el final convencional que siempre nos han contado. Pero... ¿fueron felices de verdad?, ¿y si no les gustan las perdices?, ¿será el príncipe tan perfecto como aparenta en el cuento?, y la princesa, ¿encajará bien en su nueva vida?
Un gran fenómeno antes de su publicación
La cenicienta que no quería comer perdices se ha convertido en un gran boom editorial antes de publicarse. Las autoras escribieron e ilustraron a cuatro manos este cuento que autoeditaron tras conseguir financiación gracias a amigos y conocidos.

El éxito fue tal que el cuento se convirtió en todo un fenómeno en Internet: empezó a circular por e-mail, en foros, en blogs... y las autoras empezaron a dar charlas en institutos y universidades. Se convirtieron en referentes del buen rollo y consiguieron una total identificación con su público.
(www.lacenicientaquenoqueriacomerperdices.com)